Tristeza infindable cabe en un cuerpo,
no así en un papel.
Honra preciada que corresponde únicamente a lo vivo.
O mejor, a lo humano.
Tranquilizantes.
No tranquilizan, adormecen el fervor de la olla prestes a explotar.
El dolor de la falta de lo obvio: la Verdad. No falta nada y sin embargo, casi todo.
El amor es mito; la bondad, comprensión, seguridad, amistad.
Lo único, la Tristeza
y la puta Locura.